Arizona Independent, especial para Forte News
Un jurado del condado de Pima será llamado este verano para decidir si un oficial de alto rango de la Patrulla Fronteriza de los Estados Unidos, ahora retirado, es culpable de agredir sexualmente a una compañera agente en su habitación de hotel en 2019 después de que ambos se intoxicaran.
Se ha ordenado que Gustavo Zamora sea juzgado en junio por cuatro delitos graves de clase 2 -un cargo de secuestro por restricción y tres cargos de agresión sexual- derivados de su conducta sexual con la agente femenina el 23 de mayo de 2019. En ese momento, Zamora era el agente patrullero jefe adjunto del Sector Yuma de la USBP.
Mientras Zamora espera que el juicio de una semana comience el 14 de junio, algo de lo que no tiene que preocuparse por ahora es de una demanda que la mujer presentó en 2021 contra Zamora y su esposa, Gloria Chávez, quien es la agente principal del Sector El Paso de la USBP. Un juez del condado de Pima ha dejado en suspenso la demanda a la espera de que se resuelva el proceso penal para no perjudicar los derechos del debido proceso de Zamora.
“La Corte tiene la discreción de suspender un procedimiento civil cuando hay un proceso penal paralelo en curso”, escribió el juez Jeffrey Sklar en su orden. “Si el descubrimiento procediera antes de que se resolviera el caso penal, el Sr. Zamora podría optar por hacer valer su privilegio de la Quinta Enmienda contra la autoincriminación. Esto perjudicaría su capacidad de montar una defensa. También podría resultar en una inferencia adversa en juicio”.
Los registros públicos muestran que Zamora organizó una cena con la agente, a la que conoció varios años antes cuando ambos trabajaban en el sector de Spokane de la USBP. También invitó al nuevo supervisor de la agente, el agente jefe de patrulla de Tucson Roy Villareal, que se quedó el tiempo suficiente para tomar una copa y luego se marchó.
Zamora fue investigado dos días después cuando la mujer presentó una denuncia ante el Departamento de Policía de Tucson alegando que había sido agredida sexualmente en la habitación de hotel de Zamora. Zamora no niega que los dos tuvieran relaciones sexuales, pero en una llamada telefónica grabada después de que la mujer se pusiera en contacto con el Departamento de Policía de Tucson, él rebatió la afirmación de la mujer de que no había dado su consentimiento para tener relaciones sexuales.
Señaló que él también había consumido tanto alcohol que no está claro si pudo consentir también el sexo.
Los registros judiciales muestran que fue Zamora quien denunció el incidente a los funcionarios de la USBP tras ser contactado por los detectives de la TPD. Fue acusado por un gran jurado del condado de Pima en julio y se retiró poco después de su detención. Posteriormente, Zamora recibió un permiso judicial para residir en Texas a la espera del juicio.
Ese juicio se ha retrasado varias veces debido a los problemas del COVID-19. Comenzará con la selección de un jurado de 12 personas debido a que Zamora se enfrenta a 30 o más años de prisión si es declarado culpable de todos los cargos.
Villareal es una de las doce personas que la Fiscalía del Condado de Pima pretende llamar como testigos en el juicio. En los registros del tribunal, el jefe de la USBP, ya retirado, dice que sus interacciones con Zamora y la agente en el restaurante no suscitaron ninguna preocupación, aunque no tenía conocimiento de lo que ocurrió después de que él se marchara.
